Siempre estamos buscando el “santo grial”, la llave que abra las puerta del éxito a nuestras organizaciones, como generar mayores utilidades, disminuir costos, mejorar la calidad de los procesos o mejorar el clima laboral y para ello siempre estamos adoptando “nuevas ideas” a nuestro diccionario, se me vienen a la mente siglas como BPM (Administracion de procesos de negocios), BSC (Balanced scorecard), CRM (Administracion de relaciones con el cliente), GCT (Gestion de calidad total), JIT (Justo a tiempo), Estructura Circular Japonesa, Organizacion Horizontal, etc. me pregunto ¿cuantas de estas ideas son realmente efectivas?, ¿estamos adoptando o adaptando?, fonéticamente alguién podría confundir estos dos últimos términos, aunque en mi opinión están vinculados.
Constantemente leo en los periódicos anuncios de las escuelas de negocios que prometen estar alineados con los conceptos de moda, ofrecen formar gerentes que resolverán los problemas críticos en sus organizaciones, ofrecen el “santo grial” del managment, respuestas prefabricadas en lugar de buscar soluciones creativas.
Muchos de los últimos libros que se ofrecen en las mejores librerias digitales estan llenos de estos contenidos, pero cuantos de nosotros estamos dispuestos a absorver este torbellino de “nuevas ideas” y aplicarlos en nuestras organizaciones, me he preguntado si garantizan el éxito, acaso no nos estan distrayendo con todo este marketing publicitario, tengo entendido que el trabajo de un directivo no es buscar novedades sino asegurarse de que la empresa consiga resultados, obviamente quiero dejar en claro que tampoco debemos ser drásticos, siempre hay que estar abiertos a nuevas ideas, pero, ¿hasta que punto nos pueden ayudar?.
Muchos directivos creen que la adopción de nuevas ideas ayuda a la empresa a rejuvenecerse, adoptando innovaciones, los directivos creen que van a demostrar un tipo de liderazgo decisivo que mantendría a la empresa competitiva.
Obviamente no podemos ignorar estos conceptos pero tampoco debemos adoptarlos impulsivamente, debemos analizarlos, elegir aquellas ideas que parecen ser útiles, y debemos adaptarlas con rigor al contexto de la empresa, en conclusion debemos ser pragmaticos y es allí a donde quería llegar, revisando la primera edición de la nueva publicación del comercio “Harvard Business Review”, encontré la publicación de Nohria y Berkley, realmente interesante, y es que en este mundo netamente globalizado los nuevos conceptos sobre dirección de empresas, tecnologías de información, gestión pública y en general en todas la ramas de las profesiones, parecen llegar a nostros como ráfagas de luz y en poco tiempo desintegrase, ideas sobre cómo liderar, gestionar, en resumen alcanzar el éxito, no termino de entender BSC y ya me estan hablando de BPM, abundan en innumerable bibliografía.
Un directivo pragmático siempre esta abierto a estas nuevas ídeas, pero no las adopta, ni mucho menos adecua su organización a estos nuevos conceptos, sino mas bien las adapta, utiliza todos los recursos disponibles, juega con los sistemas de información, juega con todas las posiblidades, para alcanzar soluciones viables, siempre midiendo el proceso, “no se puede controlar lo que no se puede medir” y readaptándolo cuantas veces sea necesario, hasta depurarlo por completo, moverse al ritmo que el entorno cambia y aprender a sacar partido de lo imprevisto.
